Y al final siempre se abre esa ventana

Y es que aunque la ventana no parece abrir y cerrar, de volver darte en las narices, al final siempre se abre y así permanece, y aunque se vuelva a cerrar, el ciclo nunca para. Y si no recuerda la cita: «Cuando Dios cierra una puerta siempre siempre abre una ventana«.