Un amigo, Julian, sabes que te queremos, y te dedicados el tiempo en abril, y siempre que lo necesites. Y a petición tuya reproduzco la nota de esa triste noticia, que nunca debió llegar, … sabes que nos tienes aquí para lo que quieras, una llamada, una visita, … no tienes que avisar.
Reproduzco lo mismo que aparece en tu spaces dulindulero:
Gracias por todo
Es la 1:45 de la mañana y estoy sentado en mi ordenador, enjuagandome los ojos. Esperando a que vuelva mi hermana mayor de sus vacaciones, para tomar las decisiones que nunca se quieren tomar.
Ayer por la tarde recibí la llamada de mi casa, pensé que qué querrian ahora mis padres, que mira que son pesados. Es mi madre, casi llorando, diciéndome que mi padre está siendo atendido en el salón, que no la dejan pasar, que vaya lo antes que pueda, que cree que se ha muerto. El camino se me hace largo, serio, pensando en una oportunidad, sólo eso, una esperanza. No la habia, los medicos siguen allí, intentando reanimarle, pero no responde a ningún tratamiento. Me abrazo a mi madre, ella repite una y otra vez que ahora está sola, que no es justo. 48 años trabajando, cerca de su jubilación, unos planes juntos, ilusionados, convertidos en polvo en un momento. Mis otras dos hermanas están aquí, abrazamos a mi madre, todos necesitamos apoyo, pero ella más, se ha ido su vida. Sale una medica del sermas, y nos dice que se lo llevan al Clínico. No debo hacer la pregunta, pero no puedo reprimirme, ¿Hay alguna esperanza? Ella duda pero al final dice no.
Con el paso del tiempo nos vamos calmando, una lagrima se escapa, alguien se emociona. Esperamos para ir al hospital. Cuando entro al salón encuentro manchas de sangre en el suelo, sangre de él, de mi padre. Mi hermana me sigue y no soy capaz de impedir que lo vea, pero si que lo vea mi madre. Ella pregunta porque no debe pasar, y mi respuesta son lágrimas. Vamos por nuestra cuenta al clinico porque no nos dejan acompañarle, se queda mi hermana porque está con mi sobrino asier, y no se puede quedar solo. Llegamos, estamos todos calmados, dentro de lo que cabe. Aparcamos y vamos a urgencias. Allí están los del sermas, hablamos con ellos y nos indican donde ir, que lo sienten mucho. Vamos a admisión y nos piden unos datos, que son necesarios. Luego nos indican que podemos pasar a verle, pero sólo 2 personas. Recorremos un pasillo detras de otro hasta llegar a la sala. Desde el pasillo le veo, tumbado, con un parche de color verde en el costado, manchado de sangre. Oigo un todavia no, que no entren, y paro a mi madre antes de que vea nada. Al cabo de 5 minutos nos dejan pasar. Está tapado con una sábana hasta el cuello. Mi madre empieza a llorar, miralé, parece que está dormido. Despiértate, no me dejes asi, despiértate por favor. Empieza a acariciarle la mejilla. En todo momento sujeto a mi madre, y me pide que la suelte, que necesita darle un beso porque luego no va a poder hacerlo. Le da un beso en la mejilla y yo no puedo evitar acariciarle, es mi padre. Siempre callado, ahi, apoyandonos, la cordura y calma en la sombra en la sombra, soy la persona que soy gracias a él. Últimamente habiamos empezado a hablar, como adultos. Y se ha ido, ya no podre llegar a conocer como es.
Me despedí de el el miércoles, cuando me fui a pasar la semana santa con mi pareja, a la casa de santos. Doy gracias que hoy también me he podido despedir de él. Preferiria que estuviera aqui preguntandome que con quien habia estado, con esa sonrisa de complicidad, pero no es así. Doy gracias a que pasó un dia feliz, estuvo comiendo con mi hermana, jugando con mi sobrino, incluso durmiendo con él. Lo que le alegraba mas la vida en los últimos meses. De camino se empezo a sentir un poco mal y se tumbó en el sillon a descansar, del cual no desperto mas.
Gracias Papá.