¡Silencio! el post va a comenzar…Silencios incómodos, tristes, silencios que preceden a una gran carcajada, silencios que acompañan una tragedia, o silencios que son la antesala de algo maravilloso. Silencios en nuestra vida, y pocas cosas se hacen con tan poco esfuerzo, y pocas cosas significan tanto.
El silencio es maravilloso, ya traiga buenas o malas noticias, pero siempre será importante, y eso lo hace algo maravilloso. Las palabras por el contrario no son tan resolutorias, pero un silencio…significa que nada que puedas decir lo pueda superar, o sea necesario en ese momento. Te gana el silencio por un breve momento, y tú eres consciente de que no es tu momento, de que es el suyo.
Los hay malos, pésimos, trágicos, cuando hay una terrible muchas veces un silencio se adueña de todo tu espacio, se mete en tu cuerpo y no deja salir un sonido, y sólo permite escapar unas lágrimas. También hay silencios incómodos, ellos nos dicen, !HAZ ALGO YA! Pero no me quiero centrar en los malos, que hoy estoy positivo.
¿Qué hay de los buenos silencios? De aquellos que preceden a una gran carcajada, acompañados de una mirada cómplice. Cuando necesitamos estar relajados, reflexionar, tomar una decisión, buscamos la soledad, y en ella el silencio. Porque es nuestro mayor compañero en los momentos verdaderamente importantes, hemos aprendido a convivir con ellos, y nos podemos lleva realmente bien.
Pero de entre todos los silencios, yo me quedo con uno, «el momento antes» ese instante, corto pero eterno, breve pero tan intenso que se recuerda toda la vida. Hablo del momento del primer beso, lo sabes, la otra persona lo sabe, sin embargo hay un momento, un silencio eterno previo al beso, un instante maravilloso, que aunque haya ruido de fondo, todo se calla respetando algo tan especial.
Los silencios son perfectos, siempre traen momentos vitales, y siempre serán más importantes que cualquier tontería que pueda salir por nuestra boca. Y recuerda que:
«El silencio tiene su lenguaje: Sabe hacerse entender» (Buda Gautama)