Seguro que en algún momento te has sentido el hombre más feliz del mundo, o la mujer. Sin embargo, los científicos creen saber quien mantiene esa posición de forma definitiva, y ahora intentan investigar cómo funciona su mente.
¿Quién es el hombre más feliz del mundo?
En efecto, sabemos que todo este artículo no tiene sentido si no analizamos en primera instancia a qué nos referimos cuando hablamos del hombre más feliz del mundo. Lo estamos haciendo al respecto del famoso monje budista Matthieu Ricard, biólogo, asesor del Dalai Lama, y quien hace más de 40 décadas se encuentra no solo meditando, sino también siendo motivo de estudio permanente de la ciencia, pues muchos expertos le consideran el hombre más feliz del mundo.
Por otro lado, sabemos que seguramente te estés preguntando quién dice que Ricard es el hombre más feliz del mundo. Pues bien, el título le fue otorgado hace ya más de un lustro, cuando el Laboratorio de Neurociencias Afectivas de la Universidad de Wisconsin, determinó que nadie de las grandes personalidades era más feliz que él, y de hecho una muestra de ello es que suele ofrecerles clases en este aspecto a famosos de todo el planeta.
“La felicidad es un tesoro escondido en lo más profundo de cada persona. Para alcanzarla se necesita entrar en contacto con el mundo interior a través de la meditación y luego en el cotidiano aplicar control y fuerza de voluntad, porque la felicidad no tiene que ver con bienes materiales, poder o belleza”, ha señalado él mismo en recientes declaraciones con medios nacionales, en uno de sus muchos viajes entre los sitios donde vive, India, Bután, Nepal y Tíbet, y los otros países que suele visitar para impartir sus charlas.
¿Cómo vive el hombre más feliz del mundo?
Además de ello, son muchas las particularidades que hacen a la existencia del hombre más feliz del mundo, teniendo en cuenta elementos como que lleva más de cuatro décadas sin tener sexo, más de cuatro décadas sin una compañera en su vida, y el mismo tiempo sin acumular vienes materiales, todos elementos que de acuerdo a su doctrina son completamente prescindibles cuando se trata de alcanzar el estatus del hombre más feliz del mundo.
Para este personaje, como decíamos considerado el hombre más feliz del mundo, algunos de los elementos obligatorios cuando intentamos alcanzar la plenitud mental y emocional se encuentran relacionados con la meditación. “Las emociones duran segundos, pero tenemos la tendencia a extenderlas y su repetición crea estados de ánimo que después por acumulación llegan a convertirse en rasgos personales”, explica al respecto.
“Mira siempre lo que te sucede con el ojo de la conciencia y te darás cuenta de la emoción que está ahí y luego, ésta empezará a perder fuerza y de manera natural desvanece. Si lo haces una vez, dos, tres y cuatro veces la tendencia de esa emoción destructiva irá bajando su intensidad hasta desaparecer”, fueron algunas de sus palabras más ciertas durante una de sus últimas apariciones públicas, ya en el ojo de la ciencia internacional.
“La neurociencia y la neuroplasticidad han comprobado el impacto que tiene este entrenamiento mental en las personas”, sostiene Ricard, una de las personalidades que no solo destacan por ser considerado el hombre más feliz del mundo, sino además por la enorme particularidad que significa el hecho de que ha dedicado decenas de miles de horas de su vida en los últimos 40 años a la meditación, a intentar encontrarse consigo mismo.
¿Qué hace especial a este personaje?
Siguiendo con las particularidades de este personaje, debemos destacar que en la actualidad es uno de los más prestigiosos miembros del “Mind and Life Institute”, sin perder de vista otras cuestiones como que ha realizado numerosas contribuciones para libros de ensayos tales como “Trabajando con las Emociones Destructivas”, que contó con la edición de Daniel Goleman.
Otra particularidad de su vida tiene que ver con que, como parte de una serie de estudios de la Universidad de Wisconsin, investigadores colocaron 256 electrodos en su cráneo para comprobar los resultados de las imágenes obtenidas por resonancia magnética nuclear, determinando que Ricard poseía el más alto nivel de actividad en la corteza cerebral pre-frontal izquierda, el asociado con los pensamientos positivos, de la historia de los seres humanos.
Si una escala natural en este aspecto suele variar entre el + 0,3 y el – 0,3, en el caso específico de Ricard los resultados obtenidos fueron increíbles. Alcanzaba números de –0.45 que volvieron locos a los expertos que se encontraban estudiándolo, al establecerse totalmente por fuera de lo que se había podido observar en otros seres humanos hasta el momento.
